Ciencia Abierta en la UdeC: mejorar la gestión de los datos académicos para expandir el conocimiento

Doctora Lourdes Feria expone en una tarima frente a asistentes que se encuentran sentados en sillas negras.

Durante la semana del 24 al 27 de octubre, la Universidad de Concepción albergó una serie de talleres y charlas destinadas a difundir el concepto de Ciencia Abierta. Lo anterior, en el marco de la Semana del Acceso Abierto Chile 2022, organizada junto a otras casas de estudios a nivel nacional. En la UdeC, las actividades se concentraron en sus tres campus, instancia donde investigadores e investigadoras pudieron manifestar sus inquietudes respecto al cambio cultural que supone la apertura de los datos.

La divulgación de la investigación desde la academia hacia la sociedad es un desafío que puede parecer complejo si consideramos la gran cantidad de pasos que deben transitar los datos científicos desde que son recolectados hasta su publicación en revistas o plataformas especializadas. Aunque estos últimos medios de difusión, en muchas ocasiones, requieren de un pago previo para poder acceder a ellos, limitando su alcance y posterior impacto, lo que puede llegar a ser contradictorio si se toma en cuenta que gran parte de estos trabajos son financiados con dinero público.

Este escenario es el que busca cambiar la Ciencia Abierta, concepto que aún no cuenta con gran difusión en Latinoamérica, pero que se busca implementar en las casas de estudios de nuestra región, tal como se abordó en la serie de talleres realizados por la UdeC en el marco de la Semana del Acceso Abierto.

En los encuentros, el cuerpo académico e investigativo tuvo la oportunidad de conocer la experiencia de la Doctora Lourdes Feria, quien es consultora internacional en la materia y quien tituló al encuentro: “El plan de datos como herramienta esencial para la Ciencia Abierta”, con sesiones en los campus Los Ángeles, Chillán y Concepción.

Ante todo, orden

Al inicio de cada sesión, la Dra. Feria recalcó que la idea de proveer un acceso libre a los contenidos generados por las universidades ya existe, aunque en los últimos años dichos principios se unieron, creando los actuales conceptos de Acceso Abierto y Ciencia Abierta.

Ello debido principalmente a la necesidad de generar un alineamiento entre todas esas labores y así cumplir con el objetivo de rendir cuentas a la ciudadanía, especialmente cuando las investigaciones son financiadas con dinero público. Por lo que el tradicional esquema de las “tres hélices”, es decir, Estado, universidades y mercado, debe incluir una conexión entre cada uno de estos ítems.

Tal escenario obliga a los países a adoptar una serie de principios tendientes a clarificar los pasos a seguir al momento de publicar la información asociada a una investigación. En Chile, dichos principios los establece la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) con la Política de Acceso Abierto, texto que recomienda dejar disponible en el repositorio institucional todos los resultados de las investigaciones financiadas a través de fondos públicos administradas por la Agencia.

No obstante, pese a las políticas y directrices existentes, la Dra. Feria afirma que la clave se encuentra en el orden que el investigador o investigadora otorga a la información recolectada, lo que se logra por medio del Plan de Datos, que consiste en un documento que establece el tratamiento que van a recibir los resultados generados durante el desarrollo de un proyecto de investigación, en cada uno de los cuales se debe aplicar el uso justo o también conocido como principios FAIR (sigla en inglés para encontrable, accesible, interoperable y reusable).

Dicha tarea puede resultar poco alentadora, dado el poco tiempo del que disponen las y los profesionales. Aunque, según la Dra. Feria, el primer beneficiado es el propio cuerpo investigativo, ya que le permite tener una referencia sólida de cómo va a organizar todo lo recogido en el trabajo de campo y las consultas bibliográficas. 

“Entonces, si desde el día uno cuenta con un plan de datos de lo que va a hacer antes, durante y después de su investigación, le va a dar la tranquilidad de saber siempre dónde tiene todo preservado y almacenado, y a lo largo de su investigación le va a servir para tener el seguimiento y la trazabilidad. Además, con un plan de datos va a tener muy claro con quien va a querer compartir esos datos, dónde los va a almacenar, para que se puedan revisar y reutilizar por sus pares, por sus colegas y poder apoyar el desarrollo de la ciencia”, indica.

Una “plataforma de despegue” común

Otro de los beneficios del Plan de Datos es la posibilidad de crear una base común, en la que gradualmente se va incorporando toda la información recopilada a lo largo de las distintas investigaciones, lo que evita una pérdida de datos que podría retrasar la labor científica.

Dicha propuesta -que la Dra. Feria define como una especie de “plataforma de despegue”- fue bien recibida por los asistentes, como Andreaw Rifo, Colaborador Académico del Departamento de Ciencias Geodésicas, para quien este cuerpo común de conocimientos ayuda especialmente al trabajo en equipo, debido a que se genera una interoperabilidad entre diferentes grupos.

Rifo explica que en su área esto se traduce en una ayuda al momento de estudiar fenómenos que ocurren con una cierta periodicidad y que están asociados a factores geoespaciales. Lo anterior, por medio del uso de datos del suelo, la vegetación o hidrológicos.

“Algunos colegas trabajan con datos de gravedad, geodesia y analizan, por ejemplo, las cargas que tienen que ver con aguas subterráneas. Ahí estamos asociando un dato geoespacial a un recurso natural, y así con otros fenómenos climáticos, sismológicos. Para mi es fundamental que haya justamente una estructura para compartir los datos”, explica.

Uso de la información existente que también es fundamental en la Agricultura, según comenta Mario Lillo, Profesor Titular de la Facultad de Ingeniería Agrícola y asistente a la charla en el Campus Chillán, quien apunta a que una base común puede aplicarse en áreas como la ciencia de datos y la inteligencia artificial, donde se requiere un gran volumen de información ya existente para poder entrenar modelos que representen ciertos fenómenos dentro del área de estudio que se tenga.

“Se necesitan comunidades que estén generando estos datos para poder hacer el entrenamiento del modelo y poder simular ahí lo que uno esté buscando y responder las preguntas que uno está tratando de aproximar”, asegura.

Visita Doctora Lourdes Feria

Las áreas de investigación pueden ser diversas, pero todas tienen un propósito compartido que es la construcción de un cuerpo común de conocimientos accesible con el mayor alcance posible, lo que en un principio puede parecer un desafío complejo debido a la sistematización y capacitación necesarias, pero que la Doctora Feria prefiere ver como una oportunidad.

“Vamos a poder apoyar al ámbito de la academia, tanto en Investigación como en Docencia y a los estudiantes, también a los jóvenes científicos para que sus proyectos de investigación estén sustentados en una buena gestión de datos y que no quede la información sin organizar”, concluye.

Exposiciones y debates que se dieron en el marco de la Semana del Acceso Abierto Chile 2022, organizada en conjunto por la Universidad de Concepción, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Chile, la Universidad de Tarapacá y la Universidad Central.

En nuestra institución, las jornadas se enmarcaron dentro del proyecto InES Ciencia Abierta, ejecutado entre la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VRID) en conjunto con la Dirección de Bibliotecas y que es financiada por la ANID.

Por Maximiliano Ortiz / Periodista InES Ciencia Abierta-Bibliotecas UdeC.

Comparte esta noticia:

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp