Biblioteca de Medicina: dos niveles que ofrecen variados servicios a una histórica Facultad
El espacio se encuentra en su ubicación actual desde 1994 y cuenta con dos niveles que albergan salas de estudio, las conocidas “logias” y la estantería que alberga a los libros en formato físico. Uno de sus desafíos futuros es crear un espacio donde las y los estudiantes puedan consultar directamente los textos.
Un radical cambio de ambiente se siente solo al transitar unos pocos metros desde la concurrida calle Chacabuco, frente al Arco de la UdeC, donde el ajetreo queda atrás y podemos encontrar un ambiente de tranquilidad y sosiego que invita al estudio.
Espacio cuya entrada consiste en un largo pasillo, el que en uno de sus costados alberga computadores para efectuar búsquedas. En el lado opuesto se halla una ventanilla de atención, la que atiende Magdalena Opazo, quien se desempeña como administrativa desde hace 32 años en la biblioteca de la facultad. Al ser consultada destaca la orientación constante que se les brinda a las y los estudiantes.
“Nosotros les ayudamos mucho, conocemos bien la colección, entonces estamos siempre pendientes. Sobre todo, con los alumnos de primer año cuando vienen, necesitan un libro y nosotros les indicamos cual les puede servir “, afirma.
Dicha asistencia es clave en un recinto, que, si bien parece más pequeño en comparación a otras colecciones, al adentrarse en sus diferentes ambientes nos muestra su verdadera envergadura ya que ocupa tanto el primer nivel como el subterráneo del edificio. En este último se ubican las salas de lectura con sus respectivas logias, habitaciones más pequeñas para estudio.
Un espacio similar se encuentra en el primer nivel, aunque comparte superficie con la colección, en donde se pueden encontrar ejemplares de las más diversas materias. Ello responde a que en la facultad se imparten muchas más carreras que Medicina, como Fonoaudiología, Kinesiología, Obstetricia y Puericultura y Tecnología Médica.
“Tenemos varias carreras por lo que los libros más demandados dependen de cada una de ellas. En Medicina los libros más pedidos se relacionan con todo lo que es Anatomía. Y así, todas las carreras van teniendo sus propios libros”, agrega Opazo.
Amplio catálogo
A simple vista, la colección de esta biblioteca de especialidad se ve más reducida, pero es necesario tener en cuenta otros recursos adicionales, especialmente con la llegada de las nuevas tecnologías, así lo explica Valentina Parra, Jefa de la Biblioteca de Medicina.
“Nuestra colección es bastante completa especializada en el área de la Salud junto a su hemeroteca y también los recursos electrónicos con los que contamos, especializados en las distintas carreras”, señala.
Este último aspecto es esencial para Parra, quien recientemente asumió el cargo, ya que una de las características de esta biblioteca es el amplio catálogo de recursos electrónicos del cual dispone. Por ello, el desafío es dar a conocer la existencia de esa colección, posicionarla y “Que conozcan estos recursos y puedan utilizarlos porque hay una gran inversión tras esta colección y también porque es un contenido súper completo para todos los estudiantes”, puntualiza.
Pese a la amplitud de espacios, Parra se plantea como desafío generar una lógica de estantería abierta, donde el estudiantado pueda revisar directamente el material y revisar los libros que sean de su interés.
El emplazamiento del espacio ha variado constantemente desde que el doctor Virginio Gómez, uno de los fundadores de la Universidad, planteara la idea de hospital clínico y una Escuela de Medicina, la cual finalmente comenzó a funcionar en 1924.
Desde entonces, se repartió su actividad por múltiples sedes, como O’Higgins 850, el Instituto de Anatomía, la Escuela Dental y el Hospital de la ciudad. En un inicio, las reparticiones de cada instituto contaban con una colección, tal como se puede apreciar en las memorias institucionales de distintos años, donde se la menciona dentro de los presupuestos y acciones ejecutadas. Así se puede apreciar en 1935, donde un breve texto describe el espacio perteneciente al Instituto de Histología.
En 1927 se crea la Facultad de Medicina y en 1954 se inaugura el emblemático Arco de Medicina, que albergó por largos años la formación de facultativos. Aunque la ubicación actual data de 1994, cuando la colección se trasladó al nuevo edificio, inaugurado un año antes, en 1993.
Dichas instalaciones fueron sometidas a una remodelación, la que finalmente fue entregada en 2002, año en que se le dio el nombre de Biblioteca Dra. María Antonieta Muñoz Ujevich, en honor a quien desde 1992 fue Secretaria Académica de la facultad, periodo en el que cumplió una importante labor en la Asociación de Facultades de Medicina de Chile. Posteriormente, se desempeñó como Encargada Docente de la biblioteca.
Por Maximiliano Ortiz / Periodista InES Ciencia Abierta-Bibliotecas UdeC.