El conjunto consiste en un árbol de madera terciada de 200 centímetros de altura, con un eje de fierro que asegura su estabilidad. A su lado se encuentra ubicado el módulo central -también de madera- de 300 centímetros de ancho por 320 de alto, que cumple la misión de enmarcar y dar profundidad. 

Aunque tras esta última estructura se encuentra lo que muchas y muchos estudiantes buscan: el rincón de los deseos, consistente en una trama de cordón elástico de 2,5 milímetros de grosor, a lo largo de la cual deben amarrarse los papeles luego de escritas las peticiones. 

Énfasis en la sustentabilidad que también realizó la Directora de Bibliotecas UdeC, Karen Jara Maricic, para quien el cambio se materializó “Con miras a que la comunidad que nos acompaña pueda ir internalizando este desafío”, asegura. 

“Extiendo la invitación a que se acerquen a visitar la instalación y dejen sus peticiones, recordándoles la importancia de cuidar la Biblioteca Central como parte de la Universidad de Concepción y del patrimonio nacional”, agrega. 

La costumbre se inició hace algunos años, luego que algunas y algunos estudiantes comenzaran a escribir mensajes y colgarlos, tal como si fuesen adornos, en un pequeño árbol de navidad. Papeles que en su mayoría pedían como “regalo” aprobar las asignaturas, en una época donde tienen lugar gran cantidad de exámenes finales. A través del tiempo, la idea cobró fuerza y se incorporaron otro tipo de deseos, por lo que volvió una solicitud recurrente de la comunidad. 

Actividad que constituye el cierre de un año marcado por el retorno a la presencialidad, que contempló el regreso del horario nocturno a la Biblioteca Central y la ejecución de múltiples proyectos por parte de la Dirección de Bibliotecas, como InES Ciencia Abierta, en colaboración con la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VRID) o el Plan de Vinculación, financiado por la Vicerrectoría de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio (VRIM).  

Quienes opten por escribir sus deseos deben recordar que los mensajes tienen que colocarse en el lugar asignado, además de respetar los horarios de apertura y cierre de la Biblioteca Central. 

Por Maximiliano Ortiz / Periodista InES Ciencia Abierta-Bibliotecas UdeC.