Todos los académicos y académicas han debido compartir, en algún momento de su trayectoria, material con sus estudiantes: sea a través de hojas impresas o por correo electrónico. De esa manera pueden profundizar sus conocimientos sin tener que visitar constantemente las estanterías de la biblioteca, especialmente en tiempos donde las plataformas digitales son el principal soporte para las clases.

Entorno digital que constituye una oportunidad para la docencia, pero que a la vez obliga a respetar las exigencias que establecen las normativas del derecho de autor. Así lo explicó el Director de la Sociedad de Derechos de las Letras (SADEL), Cristián Elgueta Jiménez, en la charla realizada el pasado 24 de abril en el auditorio del Edificio Emprendo.

“Evolución del Derecho de Autor y la Organización de Escritoras/es en la Defensa de sus Derechos Intelectuales”, fue el título de la presentación de Elgueta, quien recordó que la protección legal del derecho de autor es algo relativamente reciente tanto en Chile como en el mundo. Los primeros precedentes se dieron en Europa con la Ley de la Reina Ana en 1710 y el Convenio de Berna de 1886, mientras que en nuestro país recién en 1930 se crean las primeras organizaciones de defensa y en 1980 aparecen las sociedades de gestión.

No obstante, estas últimas se enfocaban en los trabajos musicales, por lo que las escritoras y escritores seguían sin un resguardo claro ante un escenario donde el uso de fotocopiadoras y el avance de la computación presentaban grandes desafíos para respetar la autoría del contenido. Recién en el año 2000 un grupo de reconocidos escritores, del cual eran parte figuras como Jorge Edwards, fundan la SADEL, que en 2008 adquirió rango legal.

Dicha facultad quedó expresada en la Ley N°17.336, que autoriza a la organización a establecer tarifas por la reproducción parcial de las obras para así distribuir las ganancias entre sus titulares.