Humanidades y Arte: la biblioteca que invita a un “viaje en el tiempo” a través de las letras

En sus dos niveles, la Biblioteca de la Facultad de Humanidades y Arte de la UdeC abarca una gran cantidad de textos. Oferta que se ve complementada con amplias áreas destinadas a la lectura y el estudio. La adecuación de las estanterías es uno de los grandes desafíos del espacio.

Entrar en el edificio de Humanidades de la Universidad de Concepción puede ser considerado un viaje espacio-temporal, ya que atesora las vivencias de muchos universitarios y universitarias. Esto si bien ocurre con todos los rincones de nuestra casa de estudios, el también conocido como “Edificio de Lenguas” casi no ha tenido remodelaciones por lo cual mantiene su esencia intacta.

Sus amplios pasillos, las salas con techos altos y el atrio interior han sido testigos de los últimos 80 años de la casa de estudios. Ello incluye a su biblioteca, la cual abarca dos niveles en los cuales se reparten las estanterías, que almacenan una colección de 21.576 libros y 159 registros en papel de revistas de especialidad. Lo anterior en un área que comprende 420,08 metros cuadrados, de los cuales 255,08 corresponden al primer piso y 162 al segundo.

Espacio que también comprende las áreas de estudio y los módulos de atención, con amplias mesas y sillones desde donde las y los usuarios pueden estudiar al lado de amplios ventanales que ofrecen una panorámica de los edificios patrimoniales contiguos, como la Pinacoteca o el Arco UdeC. Más restringido es el acceso a las colecciones del postgrado, que comprende la Sala Gilberto Triviño o Mecesup, con 1.115 títulos y la Sala Luis Muñoz. Esta última con una colección de 500 libros donada por el profesor emérito del mismo nombre.

A un costado de estos espacios tiene sus oficinas Pamela Salas, Jefa de la biblioteca desde 2019, aunque su vinculación con las letras es anterior ya que estudió Licenciatura en Educación con Mención en Historia y posteriormente trabajó en el área de Adquisiciones de la Biblioteca Central.

“Ha sido bastante natural mi aproximación, esta biblioteca tiene como principal fortaleza las áreas de idiomas, no solo extranjeros, también Español, todo lo que caracteriza al abordaje temático del área y una colección enorme de literatura”, señala.

En este último ítem destacan dentro de las publicaciones más solicitadas El Retrato de Dorian Gray, en el caso de los estudiantes de Inglés, y El Quijote de la Mancha, para los de Español, junto a La Poética de Aristóteles, transversal a todas las carreras.

El reto de los nuevos tiempos

Dentro de la colección de idiomas destacan los textos destinados a Inglés, Francés y Alemán, cuya necesidad de constante renovación ha sido uno de los desafíos más grandes para Salas. Lo anterior, debido a que las lenguas van en evolución continua en temas como la perspectiva de género.

Otro de los cambios se relaciona con los derechos de autor, cuya revisión es cada vez más estricta. “Por temas asociados a la acreditación no podemos tener material fotocopiado, lo que era una práctica bastante común dado que los textos son importados en su mayoría y el material original es caro y tiene una duración en el tiempo que no es comparable a libros como los de literatura “, aseveró.

Biblioteca Facultad de Humanidades y Arte UdeC

Aunque los nuevos tiempos también son una oportunidad para adquirir material en otros soportes, como el digital. Así lo explica Paula Díaz, actual Subdirectora de Bibliotecas UdeC y Jefa de Adquisiciones en ese momento, para quien la pandemia mostró la necesidad de ir más allá de lo impreso y que ejemplificó con lo ocurrido en el área de Francés, donde el cuerpo docente requería una suscripción especial para acceder a la plataforma y que –hasta ese momento- pagaba la propia académica encargada, quien manifestó su inquietud al personal de Bibliotecas.

“Me sugirió en particular una plataforma que ellos utilizaban pero que compraban de manera personal. Entonces yo realicé el contacto directamente con la gente de la plataforma, encontramos el representante acá en Chile y avanzamos en concretar una suscripción institucional que asegurara el acceso no solo a todos los profesores, sino que también a todos los estudiantes”, contó.

Problemática que no solo presenta esta Facultad y que sentó un precedente para que otras carreras renovaran su colección de acuerdo a las actuales dinámicas pedagógicas. “Muchos de ellos han sido acercamientos directos con los profesores hacia poder solucionar una problemática que ellos presentan principalmente en la actualización de acceso a contenidos”, enfatizó.

Salas añadió que a los textos estrictamente académicos se suma la idea de digitalizar documentos que ya no tienen un gran número de consultas en formato físico, pero presentan un gran valor patrimonial. “El medio digital es la mejor alternativa para su disposición frente a la comunidad. Son obras que superan los 100 años y necesitamos disponerlas en esa plataforma “, finalizó.

Trayectoria conjunta

La existencia de esta biblioteca de especialidad se remonta a los inicios de la Universidad, con la creación de Pedagogía en Inglés, carrera que en sus inicios tuvo múltiples ubicaciones, incluyendo a su biblioteca, cuya colección de libros ya era destacada en las memorias de la época.

Tras los primeros años se materializó la construcción de la edificación que conocemos actualmente, la cual se proyectó en el año 1934 y comenzó a funcionar en 1937, tal como consignan documentos de ese año.

Es con el Decreto N° 80-552 de 1980 que se crea la Facultad como la conocemos actualmente, donde se agruparon diversas carreras vinculadas al área de las artes y letras. No obstante, con la recuperación de la democracia y ante el crecimiento de especialidades, en 1996 se crea la Facultad de Ciencias Sociales, agrupando disciplinas que en su origen dependían de los Institutos Centrales y Escuelas Profesionales, como Sociología, Antropología y Periodismo.

Uno de los cambios clave en infraestructura llegó en 1999, con la postulación a fondos del programa de Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educación (Mecesup), y que contempló la remodelación del edificio y la automatización de procesos, tanto de la Facultad como del entonces conocido como Sistema de Bibliotecas.

Por Maximiliano Ortiz / Periodista InES Ciencia Abierta-Bibliotecas UdeC.

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