Con amplia modernización: Sala Chile UdeC busca llegar a un público más amplio.

La renovación, considerada una de las más profundas realizadas en el recinto, busca una mejor preservación del material de factores tan dañinos como la humedad.

Una mayor protección de parte importante del patrimonio archivístico de la Universidad ante las adversas condiciones ambientales busca Bibliotecas UdeC por medio de nuevas mejoras en la Sala Chile, que incluyen el rescate de importantísimos textos.

La renovación del emblemático espacio ubicado en la Biblioteca Central consiste en la instalación de un aislamiento térmico en el perímetro de la colección mediante el uso de termopaneles, a lo que se suma un sistema de climatización de aire y resguardo de la humedad.

Ambiente que albergará a materiales que se encontraban muy expuestos y que, a diferencia de documentos más recientes, requiere condiciones especiales. Así lo señaló Rose Marie Espinoza, Jefa (s) de Sala Chile, quien asegura que no se había realizado nada parecido anteriormente.

 “El único resguardo que había como acondicionamiento era mantener el material, en algunos casos en cajas de conservación “, indicó.

Por otra parte, Karen Jara, Directora de Bibliotecas UdeC, explicó que las mejoras implementadas en la Sala Chile responden a la necesidad de resguardar el patrimonio bibliográfico de la Universidad con un diseño apropiado, que impida tanto los hurtos como los daños físicos.

“Esto responde también al plan de Rectoría 2018-2021, donde existe un compromiso hacia la línea patrimonial, específicamente con la Sala Chile y adicionalmente el Plan Estratégico de Bibliotecas que recogió las inquietudes profesionales del equipo”, afirmó.

Digitalizar para compartir

La refacción de la Sala Chile es solo una de las novedades ya que dentro de la modernización del espacio también se incluye la digitalización de todo el material de la Sala Chile, que comprende alrededor de 7 mil ejemplares. Estos abarcan distintas áreas del conocimiento que van desde la arquitectura, con antiguos planos de Concepción, hasta el derecho.

Además, destacan textos publicados desde el siglo XVI al XVIII, algunos de los cuales son primeras ediciones y cuya forma de encuadernación es distinta. En general son materiales asociados a la urbanización de Chile y a la conformación del país.

Todos estos documentos deben pasar por un proceso en apariencia simple, pero cuya logística requiere coordinación y paciencia. En este, una lente “fotografía” cada página que se desea digitalizar y esa información se envía a un computador.

Luego de recopiladas todas las “fotografías” qué componen el libro, se procede a su revisión y procesamiento. Si las imágenes están correctamente escaneadas se procede con el Reconocimiento Óptico de Caracteres, más conocido por sus siglas OCR, donde se convierte el texto fotografiado del documento en contenido editable y que puede ser localizado a través de un motor de búsqueda, lo que facilita el trabajo de las investigadoras e investigadores.

“Es un proceso largo por todas las tareas que conlleva, pero en realidad vale la pena”, explicó Espinoza.

No obstante, existen otros procesos importantes como la elaboración de la tabla de contenidos que está al inicio del libro y para cuya elaboración se requiere revisar hoja por hoja tanto en la versión física como en la digital.

Cuidar el material

Consultada respecto al acceso, Espinoza precisó que, si bien el archivo está enfocado a la Universidad, se encuentran abiertos a las consultas de estudiantes e investigadores y de la comunidad en general.

Aunque la revisión solo puede efectuarse en la misma sala debido a que el valor histórico del material obliga a su preservación. A ello se suma la existencia de ediciones que ya no se encuentran en el mercado.

“Aquí hay un material que no está en ninguna parte del sur de Chile, entonces sabemos que gran parte de la gente que viene a consultar es porque realmente lo necesita”, argumentó.

Dicho proceso no solo busca que los archivos estén disponibles siempre, además tiene como propósito resguardar el material del desgaste por el constante uso físico. “Eso va a permitir que con el tiempo las colecciones permanezcan”, agregó la Directora Jara.

Cabe destacar que la Sala Chile tiene archivos únicos en el sur de Chile, cuya colección incluye más de 30 mil fotografías, las primeras tesis tras la inauguración de la Universidad y libros incunables, es decir las publicaciones impresas antes del 1 de enero de 1501.

Por Maximiliano Ortiz / Periodista InES Ciencia Abierta-Bibliotecas UdeC.

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